terça-feira, julho 29, 2008

Como en los libros

Hablaban de aquel tiempo como si la
vida no hubiese pasado ni antes ni después
de la nieve descendiendo de las cumbres, de la lluvia entrando lentamente
en los bosques de abedules, de las navajas
cortando la corteza vaporosa de los berros, de las aguas
de las presas, de las tablas cortadas a escuadra
bien apiladas en los patios. ¿Cómo decir de otro modo
que la vida puede ser un rostro,
una única lágrima, una única
voz que ningún párrafo devuelve?


José Carlos Barros
traduzido por Manuel Moya
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